jueves, 10 de noviembre de 2011

Un minuto para respirar.

A veces sentimos que tenemos que desconectar
de la realidad, que tenemos que desahogarnos de alguna forma porque necesitamos respirar.
Quiero volver a sentir la brisa marina rozando mi piel y oler el dulce olor a mar, escuchar el ruido de las olas rompiendo y sobre todo, notar que soy libre.
Libre para sentirme viva, quiero pensar un segundo en que no existe nada más, que no hay problemas a mi alredor, que no hay miserias ni dolor.
Quiero verme feliz y sin preocupaciones, sin los típicos pensamientos que lo único que hacen, es producirte dolor de cabeza.
Sólo pedimos éso, un momento de libertad, donde no hay preocupaciones y lo único que importa, es nuestra felicidad.

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