viernes, 27 de enero de 2012

Me pregunto por qué no lo entiendes, por qué sigues pensando que lo mejor para ambos es estar separados y que aunque me quieras y yo te quiera a ti crees que es mejor no estar juntos.
Te lo he demostrado miles de veces, te lo he dicho más de una vez; no te quiero, te amo.
No sé vivir sin ti, no sé qué hacer para que lo comprendas. Dices que sin mí, no sería lo mismo y que
se te haría imposible, pero yo, yo no se cómo sería mi vida sin tus palabras de amor, sin tus abrazos, sin tus besos, sin tus te quiero.
No entrará alguna que otra vez la venada y nos enfadaremos como nunca, pero ¿sabes lo que nos ocurre siempre? Que no paramos de pensar en el otro, lloramos por la impotencia y por haber dicho algo que no dirías nunca pero lo dijiste por el cabreo. Tus días son grises por no estar junto a esa persona y sólo piensas en volverla a ver; cuando la ves no sabes qué decir y al final, te vas, cuando realmente lo que quieres hacer es volver a por ella y besarla como nunca lo has hecho.

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