A veces me quedo mirándote directamente a tus ojos, muchas veces me preguntas por qué lo hago, y yo me limito a responderte que me había quedado pensando, pero no es así.
A través de tu mirada veo un mundo de sensaciones nuevas que solo descubrí cuando te conocí, y que solo siento cuando estoy junto a ti. Tienes algo que hace que se borre todo lo malo que me pase o perturbe mi mente, y con una sonrisa hacer que reine la paz en mi interior.
Desde el comienzo lo sentí, me preguntaba cómo podía ser eso posible porque nunca antes nos habíamos visto, pero era algo que no tenía explicación en ese momento.
Mis emociones se alteran cada vez que te veo o te pienso, mi corazón late a otro compás cada vez que te me acercas y el susurro de tu voz hace que mi cuerpo se estremezca.
A tu lado, los problemas se desvanecen y todo deja de importar, simplemente es nuestro momento, es nuestro momento de relax y nada ni nadie lo puede estropear.
Junto a ti no es que me sienta cómoda, es algo más que eso. Junto a ti me siento yo misma, no me tengo que preocupar por estar perfecta todo el rato porque eso es lo último que te importa, haces que me sienta bien conmigo misma, haces que mis complejos desaparezcan por completo, haces que aparezca mi sonrisa de nuevo y no se borra en todo el tiempo que estamos juntos.
En tus ojos veo a un buen chico, a alguien dulce y divertido, que está un poco loco y tiene personalidad, a alguien que siempre me aconseja y me ayuda cada vez que lo necesito, veo a alguien que disfruta del momento, a alguien a quien no le importa hacer una tontería con tal de sacarte una sonrisa, a alguien fiel a sus amigos y a sí mismo. En ti, veo un mundo mejor.